El Departamento de Justicia, que es principalmente una agencia de aplicación de la ley, actualmente supervisa la red de jueces y tribunales de inmigración en todo el país a través de su Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración. A medida que la cantidad de casos judiciales pendientes crece más que nunca, los críticos dicen que los tribunales han sido mal administrados y en ocasiones, politizado.