El círculo más cercano del presidente Biden ha estado discutiendo retrasar la derogación de las restricciones fronterizas del Título 42, que ahora finalizarán el 23 de mayo.
La Casa Blanca está buscando formas de ganar tiempo para evitar una afluencia masiva de inmigrantes que se sumaría a los números fronterizos ya históricos. Eso pone en peligro a los titulares demócratas en estados que podrían decidir la mayoría del Senado en noviembre.
Los funcionarios de Biden reconocen que están en un aprieto: los demócratas moderados los están presionando para que retrasen la derogación, pero hacerlo molestaría a la base progresista del partido. Eso incluye a miembros del Caucus Hispano del Congreso, que tienen previsto reunirse con el presidente la próxima semana.
Los funcionarios de Biden consideran que una reversión total de la decisión de poner fin al Título 42, anunciada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades el 1 de abril, es mucho menos probable que una demora. Revertir la decisión obligaría efectivamente a la Casa Blanca a anular la decisión de los CDC.