Este fallo del máximo tribunal de justicia fue en respuesta al caso de un extranjero al que le negaron la residencia porque había declarado falsamente durante un trámite de licencia de conducir en el estado de Georgia que era ciudadano estadounidense cuando en realidad no lo era. El error generó una orden de deportación.
La Corte Suprema falló que los extranjeros que declaran falsamente durante un trámite y afirman un estatus de permanencia que no tienen, no pueden apelar las decisiones que tome el Departamento de Justicia, cuando le niegan un beneficio y/o emiten una orden de deportación.