Tras varias semanas de preparativos y advertencias, ambas cámaras de la Asamblea Legislativa de Florida recibieron un proyecto de ley que, de ser aprobado y luego promulgado por el gobernador Ron DeSantis podría ser el más antiinmigrante de Estados Unidos,se establece en este proyecto prohibir que los indocumentados utilicen identificaciones extranjeras válidas que hayan sido otorgadas por jurisdicciones de Florida u otros estados o el traslado de sin papeles.
Exige que los hospitales reporten la atención de extranjeros no autorizados y amenazan con cancelar licencias de operación a empleadores que los contraten sin haber cumplido con los requisitos del programa federal E-Verify.
La propuesta, que cuenta con el respaldo total del gobernador, “incorpora tantas cosas que altera y asusta a la comunidad, entre otras cosas, por el mero hecho de transportar o albergar a un indocumentado. Pone este acto como una felonía de tercer grado, que lleva consigo una pena de cárcel de 5 años. Y si el transportado es menor de edad, hasta con 15 años de cárcel”