El domingo pasado, un grupo decidido de cubanos que cruzaron la frontera de Estados Unidos y recibieron el formulario I-220 A se unió en una manifestación frente al conocido restaurante Versailles en Miami. Su objetivo era claro: enviar un mensaje contundente a las autoridades de inmigración. Su principal demanda es que se reconozca el I-220A como un parole humanitario, lo que abriría la puerta a la posibilidad de solicitar la residencia de manera más rápida y así salir del limbo migratorio que los aqueja.
La decisión de las autoridades estadounidenses de descartar el I-220A como un documento válido para obtener la residencia legal ha sumido en la frustración y desesperanza a miles de cubanos que se encuentran en suelo estadounidense sin una perspectiva clara. Esta medida ha generado un debate candente, con algunos cuestionando por qué se permite la entrada de nuevos migrantes sin antes abordar la situación de aquellos que ya están en el país.
En medio de este panorama incierto, los abogados de inmigración aconsejan a los cubanos seguir adelante con sus casos de asilo político a través de los tribunales estadounidenses, ya que, por el momento, parece ser la única vía para lograr la legalización en el país. La comunidad cubana en Estados Unidos vive bajo una nube de incertidumbre, mientras buscan desesperadamente una solución para su situación migratoria.