Un beneficio migratorio está disponible para inmigrantes indocumentados que han vivido en Estados Unidos durante más de una década, carecen de antecedentes criminales y no tienen órdenes de deportación. Para ser elegibles, deben demostrar ante un juez de inmigración que su deportación causaría un sufrimiento extremadamente alto a un familiar inmediato, como un cónyuge ciudadano o residente, o un hijo estadounidense menor de 21 años.
Este proceso, conocido como cancelación de deportación, se solicita en la Corte de Inmigración y solo un juez puede otorgarlo. A pesar de ser un programa vigente, es difícil calificar, ya que requiere evidencias médicas y puede llevar varios años obtenerlo debido a un límite anual de 4,000 cupos de visa. Los solicitantes aprobados pueden obtener una tarjeta verde (residencia legal permanente) y, mientras esperan su turno, tienen derecho a solicitar un permiso de trabajo.