La administración Biden ha extendido y rediseñado el programa de TPS, proporcionando protección temporal contra la deportación a ciudadanos de Sudán, Ucrania, El Salvador, Honduras, Nepal y Nicaragua. Los beneficiarios de este estatus tienen altas tasas de participación en la fuerza laboral y contribuyen significativamente a la economía del país. Los defensores de la inmigración instan a que se concedan más estatus de TPS para permitir que más personas califiquen para el programa, y solicitan nuevas designaciones de TPS para países como Mauritania y la República Democrática del Congo debido a las crisis humanitarias que enfrentan. Actualmente, 16 países están designados para el programa de TPS.