La crisis en las cortes de inmigración de Estados Unidos ha llegado a niveles alarmantes, con alrededor de 3 millones de casos de inmigración pendientes y atascados en el sistema judicial. Según el Centro de Información y Acceso de Registros Transaccionales (TRAC) de la Universidad de Syracuse, el tiempo de espera para una audiencia en la corte para los solicitantes de asilo ha alcanzado un promedio de 10 años.
Este colapso en el sistema judicial migratorio se ha quintuplicado desde el año fiscal 2017, cuando la acumulación de casos era de 629,051. La situación ha empeorado año tras año, llegando a una cifra estimada de más de 3 millones de casos atascados para el año 2023.
El aumento repentino en las solicitudes de asilo ha abrumado los recursos disponibles, generando largas colas y tiempos de espera casi indefinidos para los inmigrantes, incluidos niños y familias. Los retrasos no solo afectan a aquellos que buscan asilo, sino que también prolongan la expulsión de quienes no tienen reclamos válidos para permanecer en el país.
Los cinco estados más afectados son Florida, Texas, California, Nueva York e Illinois, con Florida a la cabeza con 436,603 casos acumulados hasta noviembre. Esta situación destaca la urgente necesidad de una revisión y mejora del sistema migratorio en Estados Unidos para garantizar una gestión eficiente y justa de las solicitudes de asilo. La crisis evidencia la complejidad y la necesidad apremiante de abordar los problemas fundamentales que enfrenta el sistema migratorio en el país.