La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), a través de las Naciones Unidas, ha lanzado un “llamado global” en busca de 7.900 millones de dólares para brindar ayuda a personas en tránsito en todo el mundo. Este esfuerzo tiene como objetivo abordar los desafíos derivados del cambio climático, conflictos y crisis económicas que han llevado a millones de personas a abandonar sus lugares de origen.
La crisis económica y el cambio climático se han identificado como impulsores clave de este desplazamiento sin precedentes. La OIM busca estos fondos para garantizar rutas más seguras y facilitar la migración en un momento en que muchos donantes importantes enfrentan restricciones presupuestarias o reducen su ayuda.
La solicitud de fondos forma parte de un plan estratégico de cinco años dirigido por la nueva directora general de la OIM, Amy Pope. Buscan recaudar fondos no solo de gobiernos, sino también de donantes individuales y el sector privado. Estos fondos se destinarán a beneficiar a 140 millones de personas, tanto migrantes como comunidades receptoras.
Martin Griffiths, director de ayuda humanitaria de la ONU, ha destacado la “crisis de fondos grave y ominosa” que enfrenta la organización. La petición de 57.000 millones de dólares el año pasado apenas recibió financiamiento en una tercera parte, marcando el peor déficit de fondos en años.
La OIM considera que la migración, cuando se maneja adecuadamente, contribuye significativamente a la prosperidad y al progreso mundial. Amy Pope insta a abordar la migración de manera planificada en lugar de simplemente reaccionar a las oleadas migratorias, con el objetivo de salvar vidas y promover la responsabilidad en este complejo escenario.