Con las elecciones presidenciales de 2024 en el horizonte, tanto el presidente Joe Biden como el expresidente Donald Trump están recurriendo a la frontera sur de Estados Unidos como un punto clave para sumar puntos políticos en un sistema político cada vez más agitado.
El jueves, tanto Biden como Trump tienen programado visitar la frontera sur del país, en un movimiento estratégico para capitalizar la situación migratoria de la nación de cara a las elecciones futuras.
Biden planea dirigirse a Brownsville, Texas, en el Valle del Río Grande, una región conocida por su alto número de cruces fronterizos. Allí, se reunirá con agentes fronterizos y abordará la necesidad de una legislación bipartidista. Esta será su segunda visita a la frontera durante su presidencia, después de haber viajado a El Paso, Texas, en enero del año pasado.
Por otro lado, Trump tiene previsto visitar Eagle Pass, Texas, ubicado aproximadamente a 520 kilómetros de Brownsville. Esta zona también ha sido un punto de fricción entre el estado y el gobierno federal en lo que respecta a la seguridad fronteriza.
Ambos candidatos están aprovechando la crisis migratoria y la polarización política que rodea el tema para destacar sus posturas y ganar apoyo entre los votantes. Esta estrategia, que implica una inmersión directa en uno de los problemas más urgentes del país, refleja la importancia que ambos atribuyen a la política de inmigración como un tema central en la agenda electoral.
La visita de Biden y Trump a la frontera subraya la creciente importancia de este tema en la política estadounidense y sugiere que la lucha por el control de la narrativa sobre la inmigración será un factor clave en la próxima contienda electoral.